Podología dermatológica
La piel es un órgano de estructura compleja y con múltiples funciones. Destaca la función que realiza como barrera protectora aislando al organismo del medio que le rodea.
Es una estructura que, aún pareciendo todo lo contrario, está en continua renovación debido al desgaste permanente, siendo sensible a múltiples alteraciones como consecuencia de factores tanto internos como externos.
Las afecciones más comunes que solicitan actuación por parte del podólogo son, entre otras, el engrosamiento de la piel (hiperqueratosis), las afecciones virales (verrugas), uñas encarnadas, infecciones micóticas (pie de atleta, onicomicosis), trastornos de la sudoración (hiperhidrosis), psoriasis,...
Otras de las alteraciones de la piel son como consecuencia o se ven influenciadas por una serie de factores externos como el calzado, actividad laboral, prácticas deportivas,...